El
mercado se compone de una de las actividades económicas más importantes que ha
realizado el ser humano a través de los tiempos: el comercio. Cuando hablamos
de mercado hacemos referencia al hecho de que esas actividades comerciales son
reguladas y organizadas ya que no son realizadas de manera individual si no que
suponen siempre la participación de un número importante de personas. El
concepto de mercado puede ser entendido en varios sentidos, por ejemplo cuando
se habla del lugar físico en el que suceden todos estos actos comerciales o
como actividad general en sí que engloba a un sinfín de intercambios
comerciales simultáneos.
Hoy en día el mercado es la actividad económica principal mundial ya que es la
que pone en contacto a todas las sociedades entre sí independientemente del
tipo de gobierno, religión, cultura o forma de vida que lleven. El mercado es,
justamente, la actividad económica más dinámica porque permite a los diferentes
grupos y sociedades entrar en contacto con otras realidades que no sólo
enriquecen su vida con productos diferentes y variados si no que también
permite conocer datos y elementos particulares de otras culturas, incluso a
veces muy lejanas.
El
mercado además es sumamente importante en lo que se refiere a políticas
económicas que varían entre dejar todo librado a las leyes del mercado o
mantenerlo controlado y dominado desde el Estado para evitar crisis,
situaciones de emergencia, etc. Mientras que las posturas liberales siempre
buscaron defender la libertad de mercado y limitar así la intromisión del
Estado o de los gobiernos en las actividades económicas, las posturas tales
como el comunismo, el socialismo o el nacionalismo suponen mayor injerencia del
Estado para regular las leyes comerciales y establecer así un mercado
organizado y controlado. De cualquier modo, ambas prueban que el rol de los
mercados tanto nacionales como internacionales son hoy en día centro de
discusiones no sólo económicas si no también políticas y sociales.
Ø La importancia de la competencia para
una economía
La
existencia de competencia como principio rector de toda economía de mercado
representa un elemento central no únicamente para el desarrollo económico sino
también en el aspecto social al permitir el ejercicio de las libertades
individuales básicas, entre ellas, la primera y más importante en un sistema
capitalista, el ejercicio de la libertad de empresa. En términos económicos, el
libre funcionamiento de los mercados es la mejor manera de asignar bienes y
servicios entre los miembros de una comunidad; de asegurar que un bien o
servicio sea producido eficientemente y al menor costo. Los mercados
competitivos, incentivan la innovación de las empresas tanto en sus técnicas y
procesos de producción como en la creación de nuevos productos y por tanto,
aumentan las opciones de los consumidores. El resultado es que el bienestar
económico de la sociedad es maximizado aumentando el bienestar social.
“La
competencia lleva a las empresas a mejorar continuamente su eficiencia, que es
sine quo non para una mejoría constante en el nivel de vida."
Debido
a los beneficios de la competencia para una sociedad, Jean Laffont señala, “sin
ambigüedades, la competencia es una cosa buena y es el mejor y el más deseable
mundo para los economistas."
Los
beneficios de la competencia son mostrados en el modelo de competencia
perfecta, creado a partir de ideas diversas de economistas denominados
neoclásicos. En la competencia perfecta se alcanza la eficiencia lográndose mayor
bienestar social debido a la inmejorable asignación de recursos y a la conducta
maximizadora de los individuos. Todo bajo los supuestos de la cantidad
ilimitada de compradores y vendedores, la no existencia de barreras a la
entrada ni a la salida de empresas en una industria, la existencia de un
producto homogéneo sin sustitutos y sobre todo información completa y perfecta
(precio, cantidad, características).
“También
se alcanza la eficiencia productiva en un mercado competitivo, porque el número
de empresas por industria es el más eficiente: si una industria resulta
atractiva por generar beneficios superiores a los normales, acudirán nuevas
empresas, lo que provocará que la demanda de insumos crezca, el precio de los
mismos se incremente y los costos se eleven eliminando los beneficios
"extra - normales" de la industria, con lo que algunas empresas
saldrán de ella y solo permanecerá el número socialmente óptimo”. En el largo
plazo los precios son los más bajos posibles al igualarse al costo marginal y
al costo medio.
Esta
estructura de mercado se sustenta en dos ideas fundamentales conocidas como los
teoremas del bienestar. En ellos se encierran dos conceptos clave, la
eficiencia y bienestar social.
De
acuerdo a los teoremas del bienestar los mercados competitivos generalmente
funcionan al máximo de eficiencia, por lo cual, la acción gubernamental es
innecesaria – la intervención del gobierno en un mercado competitivo provoca
distorsiones -, y en caso de ejercerla, ésta probablemente producirá efectos indeseables.
“Por el primer teorema de la economía del bienestar se tiene que si no hay
poder de mercado (junto a otras condiciones), la solución de equilibrio es
eficiente, con lo que no hay necesidad de ninguna intervención estatal (excepto
aquellas que se dirigen a conseguir una mejor distribución de la
riqueza)."
Sin
embargo, es necesario considerar dos situaciones: 1) la existencia de prácticas
monopólicas como: la discriminación y la predación de precios, la división de
mercados para mantener el poder en un mercado o región, control de información
relevante para otras empresas o bien para los consumidores, colusión entre
productores, concentraciones y fusiones que perjudiquen el proceso de
competencia.
“Aunque
en una situación de competencia perfecta cada empresa decide su comportamiento
con la intención de maximizar sus beneficios, para las empresas, es fácil, en
general, establecer acuerdos, que si se cumplen, hacen que todas las empresas
aumenten sus beneficios (casi siempre a costa del consumidor). Como las
empresas se dan cuenta de que sus beneficios podrían crecer de ese modo, es
lógico que intenten establecer acuerdos entre sí para aumentar su poder de
mercado. A los acuerdos entre empresas con el objeto de aumentar su mercado,
disminuyendo, en consecuencia, la competencia se les llama, colusión o bien
cártel."
En
el caso de los monopolios puros no es necesario ningún acuerdo, al no haber
sustitutos cercanos al bien que una empresa produce, ésta ejerce su poder de
mercado fijando el precio o la cantidad.
2)
Al considerar la competencia perfecta también debe tenerse presente el alto
grado de restricción impuesta por los supuestos del modelo, por ejemplo, en el
mundo real la información no es perfecta generando fallas de mercado. En
realidad no todos los agentes económicos disponen de la información completa o
al menos no disponen de la misma información.
De
las anteriores consideraciones, se desprenden dos preguntas importantes: ¿por
qué regular? Y ¿por qué desregular y promover políticas de competencia? Es
importante aclarar que el presente trabajo hace especial énfasis en la
regulación, sin embargo, también se creyó pertinente revisar aspectos relativos
a la desregulación y especialmente a la política de competencia como parte de
tal proceso.
Para entender mejor que es el monopolio en el mercado y sus consecuencias les dejo este corto video. Gracias y disculpen las demoras.